Just another Manic Monday

Todos conocemos esos días en los que nos levantamos con el pie izquierdo,  eso implica que a nuestro  alrededor, además de los desafíos cotidianos que trae el día a día, tenemos que contar conque algo inesperado, muy probablemente con efecto negativo,  sucederá.

Te levantas feliz hasta que la pasta de dientes se te sale del tubo ensuciando todo el lavabo y te das cuenta que tu desodorante se ha acabado sin tener repuesto alguno pero como persona positiva que eres, no esperas que nada malo siga pasando, estás dispuesto a prepararle el desayuno a tus hijos cuando de repente ya estás lleno de yogur debido a que por un mal movimiento se te resbalo el litro que siempre tienes a la mano en la nevera. Y cuando menos lo piensas, tu ropa recién planchada, está llena de yogur,  ¡Qué Lío!

Ese maravilloso momento por la mañana en el cual el tiempo apremia y tu necesitas salir de casa, los niños aun no están vestidos, no encuentras los zapatos, el uno tiene hambre, el otro tiene sed mientras que no sabes donde haz dejado tu bolso y al más pequeño se le ocurre hacer una "sorpresa" de última hora en el pañal.

Los Alemanes dirían "Keine Panik", que no cunda el pánico diríamos nosotros en tan inesperadas situaciones, pero hay que tomar las cosas con humor, ya lo que paso no lo podemos cambiar, si a nuestro(a) hijo(a) se le cae el vaso con agua trata de no alterarte, yo se que es díficil, aveces pareciera imposible pues es como si los nenes tuvieran esa habilidad de tratar de convencerte sin lugar a dudas de que la Ley de Murphy existe,  ¡Vaya si lo sabré yo!
Si te acabas de meter al baño tenlo por seguro que alguno de tus hijos se cayó o tiró algo,  o cuando te sientas a descansar en el sofá, tu niñ0(a) se acuerda que tiene hambre y tienes que volverte a parar a atenderlo(a)... a altas horas de la noche te dispones por fin a acostarte después de un día agotador y tu bebé quiere otra vez biberón, termina de tomar y devuelve la mitad de la leche en tu sobrecama recién cambiada y no siendo suficiente, como premio mayor se ha hecho otra vez del 2... ¡A las 2 de la mañana! ¡Te quieres morir!

"Hilfe" ¡Qué alguien me salve! Pero recuerda que es como todo en la vida, pasajero, y solo es un día, un momento, una etapa, ya pasará, por ahora no puedes hacer nada, más que aceptarlo y sobrellevarlo, si bien es cierto que la vida con niños es pesada también es muy satisfactoria, no hay nada que un "mami eres la mejor, te amo" no recompense.

Te invito a relajárte conmigo, aprendámos a dejar fluír las cosas y a no estancarnos en la negatividad, recórdemos que no podemos controlar lo que pasa a nuestro alrededor pero siempre tenemos la opción de reaccionar de la manera más tránquila, pues de ello depende si después hay estrés o tranquilidad.
¿Nunca te has preguntado que hubiera pasado entre tu hijo y tú sino hubieses gritado aquella vez que ante tus ojos  el hizo algo malo?

Aquí te dejo 4 tips para que los apliques la próxima vez que creas que todo te está saliendo mal:

1. Sonríe. Si ya se cayó, si ya se ensució no pasa nada, ¿Se puede limpiar?, ¿Se puede arreglar? piensa que siempre pudo ser peor. Gracias a Dios tu hijo está sano y puede intentar hacer las cosas por el mismo. 
2. Habla de lo que te pasa. Si estás teniendo un día pesado o  te está saliendo todo mal, cuentáselo a tus hijos, no te imaginas lo reconfortante que es quitarte ese peso de encima además de que tal vez te sorprenda lo considerado que pueden ser tus pequeños con tu situación.
3. Pide ayuda. Si sientes que ya no puedes más, estás en tu derecho de pedir que te den una mano, eso te dará nuevas fuerzas para seguir, mas vale darse un respiro a estar todo el tiempo histérico y de mal humor. 
4. Respira. Recuerda que todo pasa por alguna razón. ¿Qué tienes que aprender de esa experiencia? ¿De qué te quiso proteger el destino retrasándote un poco al salir de casa?, tal vez sean señales de alerta que algo no anda bien, respira y date tiempo de entender que todo tiene su razón de ser.