Autocrítica saboteadora

Hoy en día vivimos en un mundo sin optimismo, incitamos al derroche, las prisas, la falta de respeto porque no se tiene tiempo de pensar ni reflexionar en las cosas que realmente valen la pena,  somos una humanidad que se cansó de tener esperanzas ya sea porque está muy ocupada o porque no vale la pena... ¿Para qué aspirar a más?... ¡Eso da mucho trabajo!

Traemos el chip desde que comenzamos a crecer de autocriticarnos y saboteamos lo positivo o lo bueno que nos pasa en la vida, quizá provenga de nuestras culturas un tanto mediocres en donde nos dictan que pensar y como hacerlo, en donde los machos se creen superiores y nosotros pensamos que sumisas somos mejor partido para aquellos que calladitas nos ven mas bonitas... ¡Qué farsa tan grande!

¡Qué díficil es deshacernos de esos roles que la sociedad y nuestros padres sin querer, para bien o para mal nos van asignando!, yo me pregunto: ¿Cuándo es el momento en el que despertamos y surgimos como el ave Fénix y comenzamos a ser auténticos y poder al fin ser nosotros mismos?... ¿Existe una persona libre de molduras y de pensar lo que quiera realmente por el hecho de ser el/ella, o nos imaginamos todas esas farsas para sentirnos mejor? Yo en realidad no lo sé, me paso día a día intentanto ser mejor, intentando llenar esos vacios que se quedaron huecos en mi infancia y ruego por que a mis hijos no les falte ni les sobre nada de lo que yo tan agraciadamente obtuve... pero ¿Es  eso suficiente?

¿Cómo podemos definir imparcialmente si  realmente somos buenas personas? Yo no robo, no juzgo (o al menos eso intento, callandome la boca y mordiendome la lengua cada vez que me atrapo haciendolo inconsientemente), no molesto a nadie... eso digo yo... pero ¿Realmente soy buena persona?

Si me saboteo la felicidad que obtengo a ratos, si me autocastigo por no ser la mamá modelo de Hollywood, que plancha, que limpia, que tiene la casa impecable, que come solamente comida saludable, la mamá que llega a las 15 citas semanales puntualita, con todos sus hijos limpios y bien vestidos, y si aun no se si soy buena o mala influencia para mis hijos, si hago lo mejor posible y aún no doy con esa clave maestra que me ayude a ser una madre plena... ¿Qué me está faltando?, ¿Qué les está faltando a todas esas madres allá afuera? Tal ves bajar un poco las expectativas ayudaría...

Puedo esperar ser paciente... pero no al confrontarme con  situaciones sosas y monótonas sino viviendo situaciones rudas, fuertes, porque la experiencia y el sosiego no lo dan las situaciones livianitas...después de la tormenta llega la calma y sólo quien conoce la inseguridad e incertidumbre, sólo quien conoce el ruido sabe apreciar la paz.

¿Te pasa lo mismo que a mí? ¿Cuándo fue la ultima vez que te aplaudiste o que te miraste al espejo para felicitarte por lo bien que lo llevaste en medio de una pelea cuanto tus pequeños gritaban sin parar y tu aún así (aplausos para ti) conservaste la calma?
Estamos tan acostumbrados a autocriticarnos y a sabotearnos que no lo notamos... seamos mas amables con nosotros mismos y veremos como el mundo se torna mas amistoso a nuestro alrededor.

Te invito a trabajar en tí, para que puedas ser un mejor ejemplo y apoyo para tus hijos.

K.