¡Cuidado! No cometas el error de esperar que tu hijo sea perfecto.

Como padres amorosos y preocupados por el futuro de nuestros hijos queremos evitar a toda costa  que sufran a causa de un error o de alguna decisión mal tomada.
Como ya tenemos experiencia, queremos que nuestros niños se beneficien de ella y hacemos hasta lo imposible por evitarles un tropiezo creyendo que esto contribuye a su  bienestar y  formación.

Pero siendo honestos, ¿Cuántas veces no hemos retenido las ganas o el impulso de nuestros hijos para hacer algo,  por temor a que se equivoquen y a que cometan errores que les podríamos evitar ¡Muchísimas más de las que pudiéramos imaginar!

Estamos tan acostumbrados a esperar lo mejor de las personas incluso de nuestros pequeños que cualquier contratiempo o desatino nos parece un grave error de la vida, cuando muchas veces nosotros mismos somos los que tenemos el poder de hacer que el  problema sea grande o de no tomarle importancia alguna.

Los niños son seres maravillosos que vienen a aprender a ser mayores, están aprendiendo a ser parte de este mundo y  a desarollarse y a desenvolverse en este entorno tan cuadrado de nosotros los adultos, sino permitimos que tiren la leche al servirse, que dejen un mugrero al comer solos estamos privándolos de sentirse orgullosos de sus propios logros por temor a que algo salga mal, ¿No es eso algo muy Paradójico si estamos hablando de la crianza de otro ser humano?

Nosotros como adultos tenemos la capacidad de hacer consciente nuestras reacciones, tenemos el poder como padres de hecharle a perder una experiencia positiva a nuestros hijos o de motivarlos a que sigan intentando una y otra vez hasta conseguir su objetivo.

Muchas veces frenamos su deseo de conocer cosas nuevas o de intentar cosas diferentes tan sólo por el hecho de que son difíciles o porque no creemos que conforme a su edad sean capaces de hacerlo todo bien, yo me pregunto ¿Quién carajos dijo que todo se tenia que hacer bien y a la primera? Más aún... ¿Quién nos metió en la cabeza que los niños tenían que ser perfectos y jamás podían equivocarse? Los errores son parte del aprendizaje humano y sino se cometen a tiempo a la hora de "repasar" se cometerán después pero esto ya con consecuencias aún más graves. Por eso es importante que cuando ellos "tropiecen" nosotros estemos al pendiente, pero no corramos de inmediato a "salvarlos" pues en lugar de ayudarlos estaremos perjudicándolos en su desarrollo personal.

Te comparto un par de sugerencias, para que seas consciente del poder que tienes de motivar o frenar a tu hijo la próxima vez que quieras enojarte porque tiró el jugo que se acababa de servir solito con mucho esfuerzo y que tu por estar en ese nivel de adultos no supiste apreciar:

1. Piensa que están empezando, no importa que edad tengan, son niños y están en todo su derecho (claro si quieren hacerlo solitos) de intentar lo que se propongan las veces que sea necesario hasta conseguirlo. 
2. Se Paciente. Por más que quieras evitarte estrés y cerrarle la cremallera a tu preescolar tan solo porque el lo hace muy lento o es "muy torpe" aún, piensa que Roma no se construyó en un dia, y poquito a poco todo se logra.  
3. Dejálo hacer cosas por el solo, supervisálo, pero dale el espacio suficiente para lograrlo, por ejemplo puedes quedarte un poco lejos de la estantería mientras tu hija en la tienda pide el pan y lo paga o puedes darle tareas pequeñas para que vaya comprendiendo el valor de las cosas y se familiarice un poco con la responsabilidad ¡Ya verás lo contenta que se pone de hacer algo por ella misma!
4. Y por ùltimo, ¡Celebrale sus logros! ànimalo a querer intentar de nuevo vestirse solo, atarse las agujetas, ánimalo a dibujar algo que sienta que no pueda, no hay nada más satisfactorio que ver a tu peque orgulloso de sus logros. 

y Tú ¿Estás consciente de que los errores son importantes para el crecimiento humano? ¿Cómo motivas a tu hijo a atreverse a hacer cosas nuevas? Me alegrará muchísimo leer tus comentarios.