Gewitter reinigt die Luft - (algo así como- "Despúes de la tormenta se limpian los aires")

¿Qué fuera de nosotros sin las especias, sin la sal que condimenta esa comida tan insipida?

La vida, aunque lo deseamos con todas nuestras fuerzas, no es color de rosa y en todo momento llegan contratiempos que la hacen inestable y confusa. 

Es inevitable que en la rutina diaria de una vida familiar común,  no haya pequeños o tal vez grandes desacuerdos, el simple hecho de ser una familia conformada por tres miembros o más da oportunidad a posibles desacuerdos, pues como bien sabemos cada uno de nosotros es único e independiente y lo que piensa el uno, aveces el otro lo cree innecesario. 

¿Qué hacer cuando la rutina nos agobia y por más que queramos no podemos controlarnos y explotamos? Pues nada, darse un respiro y esperar a que pase la tormenta... un viejo y sabio  dicho dice que "después de la tormenta llega la calma", si todo fuera bonito y muy cuadrado nuestra vida simplemente no tuviera sentido, no tendríamos motivación alguna por querer ser mejor ni sabríamos valorar esos bellos momentos que contadas veces suceden en familia.  

Porque después de una discusión siempre se da la pauta a reflexionar en lo que la otra persona necesita, en lo que uno quisiera hacer mejor en la relación, lo que me está faltando, lo que estoy sobrevalorando o ignorando, una discusión en si tiene muchas partes positivas pues en mi punto de vista significa que la persona con la cual discutes te importa, y mucho, de otra manera no te darías a la tarea de siquiera tomarlo en cuenta. ¿No es así?. 

Además debemos de estar conscientes de  que las discusiones son parte de la vida, de crecer, de expresar lo que sentimos para bien o para mal y están y estarán ahí siempre, son parte de la convivencia diaria del ser humano, solamente nos toca averiguar porque nos toco vivirlas en ese preciso momento y que podemos aprender de ellas. 

La vida es tan corta para desperdiciarla en una pelea, uno siempre tiene la opción de destrozarse la vida con enojos y resentimientos o seguir adelante y ser positivo y disfrutarla en grande. Porque vida solo hay una y sino disfrutamos y valoramos ahora... ¿Cuándo? 

Cuando estoy en dificultades o no me puedo entender con mi marido, siempre recuerdo la siguiente frase 

 "un avión despega siempre en contra y no a favor del viento" 

eso me da fuerza y seguridad para arreglar la situación para  no perder mas tiempo y así después disfrutar aún más a mi familia, valorar la sonrisa de mis hijos y  los cariños de mi Esposo conscientemente, es cómo si le pusiera "sal a mis tacos" y al probarlos me supieran aún más ricos...

y ¿Tú? ¿Cómo sobrevives a esos días de discusión? ¿Eres de los que ve el vaso medio vacío o medio lleno? Me encantaria saber tu opinión!